¿Qué es la responsabilidad afectiva?

La responsabilidad afectiva consiste en hacernos cargo de nuestros actos y sentimientos, y del impacto que estos tienen en esas personas con las que entablamos lazos fuertes, así como de tener consideración hacia los sentimientos del otro tratando de comprender también la naturaleza de sus actos; un cuidado y respeto mutuo fundamentado en  la comunicación y la empatía que es la base de una relación sana y honesta. En Blunua te recomendamos 5 prácticas para lograr ser responsable afectivamente.

1. Comunicación clara (El pilar de cualquier relación exitosa)

Al momento de expresar nuestra forma de ver las cosas, el cómo nos sentimos con respecto a determinadas actitudes, acciones o circunstancias, es importante sentar las bases para poder expresarse cómodamente, de una forma real y desde tu propia verdad. 

2. Medir las consecuencias de nuestros actos (Piensa en el otro como si fueras tu mismo)

En algunas ocasiones no somos conscientes de que a nivel emocional podemos impactar de muchas formas a los demás si no tenemos en cuenta su realidad, por eso es importante dedicar tiempo de calidad a conocer cómo nuestras actitudes y acciones pueden ser percibidas desde el punto de vista del otro.

3. Cuidado mutuo (Recordar que nos amamos por encima de las dificultades)

Conocer cómo afectan nuestros actos al otro no significa que debamos encargarnos de las emociones ajenas. Si la claridad y la comunicación han sido una práctica constante, cada uno debe responsabilizarse de sus emociones, pero también de no afectar al otro desde la sinceridad agresiva.

4. Validar al otro (Empatía que cambia vidas)

Permitir que el otro exprese su propia verdad a través de su percepción de la realidad, entendiendo que es diferente a la nuestra y hacerle saber que está bien; ayuda a validar que está bien ser quien es.

5. No engañar (Cuando eres sincero primero lo eres contigo mismo)

Es muy recomendable ser siempre sinceros y coherentes sobre todo para nuestro propio bienestar. Hacerlo nos dará siempre paz y tranquilidad al momento de desenvolvernos con los demás.

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Dar detalles y propiciar buenos momentos siempre serán gestos para disfrutar con quienes amamos, pero no debemos olvidar ser responsables y cuidar de verdad el corazón y el ser de aquellas personas que son las más especiales para nosotros.

Ámate, ámalos y vive tu vida siempre dando lo mejor.